Arte Medieval por Josefina Planas

15 diciembre, 2017

Los inicios del Arte Medieval son un caballo de batalla de los medievalistas, porque ni la cristianización de Roma, ni

Beato de Fernando I doña Sancha (Madrid, BNE, ms. Vit. 14/2, fols. 186v-187r) (1ª mitad s. XI

la mítica caída del Imperio Romano de Occidente a manos de Odoacre, supusieron una rotura radical al ámbito de las artes plásticas. Por otro lado, las invasiones implicaron el acceso al poder de una minoría “bárbara” que se impuso a una población culturalmente superior, con bastante fuerza para imponer sus criterios artísticas arraigados en el mundo clásico, hasta los siglos VII y VIII. Este periodo de disolución de las formas helenísticas, representativas del arte oficial romano y la aparición de un nuevo lenguaje que facilitó las nuevas vías expresivas del arte medieval posterior, es un periodo llamado “Tardo-Antiguo”, delimitado entre la Antigüedad y la época medieval. Esta es la razón por la cual consideramos que el Arte Medieval, desde una perspectiva genuinamente occidental, se apoya al Imperio de Carlemany, del que surgirán posteriormente las dos tendencias artísticas más representativas de los siglos medievales: el Románico y el Gótico.

Eva. Sant Llàtzer d’Autun (França) (segle XII)

Las razones expuestas justifican que el programa empiece prácticamente con la cultura carolingia, es decir a las darreries del siglo VIII, para concluir al siglo XV, incluyendo las últimas manifestaciones tardogòtiques y la producción artística de los primitivos flamencos. El programa incluye un total de dieciocho temas de los cuales tres se dedican al alta Edad Mediana, cinco a las creaciones artísticas del Románico, uno al mundo cisterciense, siete a las creaciones artísticas góticas, a los cuales se tiene que sumar un tema dedicado al Protogòtic, tratando de establecer un equilibrio entre estos grandes temas y la producción artística medieval.

Se ha procurado que cada uno de los grandes bloques temáticos quede subdividido en función de las diferentes


Las Muy Ricas Horas del duque de Berry
(Chantilly, Musée Condé) Mas de Mayo.

disciplinas artísticas, concediendo un interés similar a las llamadas erróneamente “Artes mayores” y, a las “Menores” (miniatura, orfebrería, cristalera…) Esta opción obedece a un criterio que rechaza esta jerarquización y al hecho que en determinados momentos alguna de estas manifestaciones artísticas considerada tradicionalmente menor, estuvo en vanguardia del resto de manifestaciones: un caso paradigmático es el de la iluminación de manuscritos, por ser un arte de élite que adquirió un protagonismo especial en determinados momentos de los siglos medievales por ante la pintura mural o sobre mesa. El mismo se puede hacer extensivo a la orfebrería: la riqueza de sus materiales hacía que fuera muy apreciada. Un problema especial es su conservación. Los metales se pueden fundir para adaptar la pieza a una nueva estética o reconvertir en moneda para pagar un ejército, en caso de necesidad. De esto se deriva que tenemos que estudiar las obras de arte de acuerdo con el contexto histórico que las generó para valorar la importancia real que tuvieron, al margen de las valoraciones actuales. De hecho, como historiadores del arte tenemos que hacer el esfuerzo de reconstruir el marco histórico que generó cada una de las obras artísticas para tratar de averiguar la voluntad del artista y los deseos del promotor.

Creemos que la asignatura no solo tiene que ofrecer una base de conocimientos enviados empíricamente, si no un lugar en el que sea factible proponer y dar a conocer una serie de reflexiones que ayuden a comprender el fenómeno artístico. La voluntad, es que el estudiante, además de hacerse con un bagaje de conocimientos, sea capaz de lograr una madurez intelectual que le permita valorar de forma óptima cualquier obra de arte medieval.

Josefina Planas, PRA de Arte medieval y catedrática de la UdL y UOC

(Visited 975 times, 1 visits today)